martes, 25 de diciembre de 2007

La vuelta a casa


Mi alma suspira por noches susurradas bajo la luz de la luna llena.
Sé que andas en algún lugar, buscando tu sitio entre luminosidades vespertinas que se aferran a un último vestigio de vida, renqueando y luchando por seguir respirando.
Sé que tu también ansías días llenos de algo más, de un compartir a otro nivel más profundo.
La alegría se desborda en mi corazón, en mi alma, y solloza como un niño enrrabietado por no ser compartida como le gustaría.
Une tu mano a la mía, sin tocarnos, sin rozarnos; siente lo que albergo dentro y no tengas dudas. Ya has llegado. Estás en casa

viernes, 21 de diciembre de 2007

Sensaciones



Empiezo a respirar, lenta, serenamente,
me permito ser y sentir en un océano de soledad compartida.
Quedo envuelta en una burbuja de luz
mientras mi corazón pasa de ser un grano de café dorado
a un torbellino que se expande.
La sensación se prolonga, todo está en calma.
No ha límites entre mi cuerpo y lo que me rodea,
sólo una débil membrana que fácilmente se puede traspasar.


¿Habéis tenido la sensación alguna vez de ir andando
por la calle, paseando de forma tranquila, y sentir cómo
con cada paso que das, vas atravesando “cosas” que hay
en el aire?
Sensaciones vividas en una clase de yoga

domingo, 16 de diciembre de 2007

Las palabras


"Un sabio no dice todo lo que piensa, pero sí piensa todo lo que dice"-Aristóteles


Sonríen las palabras que, constantes, fluyen como un arrollo tranquilo entre mis labios.
Ellas constituyen un puente entre mi alma y mi corazón, y entre éste y el mundo.
A veces prefieren quedarse en mi mente, y bañar en un manto cálido mi interior;
otras, salen con mayor o menor benevolencia, en un grito o un murmullo.

Si pudiera, alzaría mi voz hasta el cielo
y te cantaría los más bellos versos que jamás se hayan escrito,
ellos serían el reflejo de mis sentimientos,
el destello de un amor incauto que hoy camina
en el silencio y arrasa el firmamento.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Juicios y prejuicios


"Los prejuicios, y es bien sabido, son difíciles de erradicar del corazón de aquellos que nunca han fertilizado su educación. Crecen allí, firmes como malas hierbas entre rocas"- Charlotte Bronte
Hasta hace unos años me preocupaba lo que la gente pudiese pensar de mí. Eso de que alguien pudiese odiarme me parecía terrible. Por ello, malgastaba una cantidad ingente de energía en agradar al mayor número posible de personas. Hasta que un día meditando me di cuenta de mi error: por mucho que me esforzase, siempre habría alguien con la lengua afilada dispuesto a clavar la estaca ante las mejores intenciones. ¿Y todo para qué? Me di cuenta de que no podía caer bien a todos, y tampoco era necesario. Cuando alguien opinaba algo malo de otra persona que no se hallaba presente, o la defendía, o me callaba, o le decía que no criticase a nadie delante de mí.
"Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra". Como yo tengo muchos fallos, creo que carece de sentido ensalzar los fallos de los demás, pues no sirve para nada, la persona ni se va a sentir mejor, ni va a mejorar porque la critiques. Así que bueno, poco a poco dejé de emitir juicios mentales (los vocales son más fáciles) contra los demás y me embarqué en una aventura todavía más compleja: dejar de emitir juicios contra mi propia persona. En fin, con caerme bien a mí misma, amarme y no criticarme y comprenderme ya tengo bastante trabajo para toda una vida, y así sigo, trabajando duro.

sábado, 1 de diciembre de 2007

¿te unes al juego?


He rescatado esto de un rincón de mi habitación. Es de hace varios meses, de hecho ahora que lo pienso, casi un año. Y nada, pues me ha apetecido compartirlo. Lo escribí tras un día curioso.
Suena la alarma del despertador. Abro los ojos con pesar: ya son las seis y media. Me incorporo y siento algo diferente: nubes de asfalto, paredes de aire, de piedra el corazón. No puede ser real. Esto es un sueño.
Suena la alarma del despertador, ¡joder! Otra vez lo volví a hacer. UNa nueva ocasión en la que soy consciente de estar soñando y otra vez en la que vuelvo a despertar. El reloj marca las seis y media. Bonita simetría.
Con lentitud me meto en la ducha. Mientras el agua recorre mi cuerpo, el sueño sale por encima de mi cabeza. No lo veo porque tengo los ojos cerrados mas puedo percibirlo. Siento que de mis pies salen raíces que me conectan con la Tierra. De mi cabeza parte hacia arriba un embudo que finaliza en una gran esfera, que me conecta con el cielo.
Pasa un día más. Malas noticias: he suspendido. En el coche, lloro desolada, hasta que pienso ¿cuánto puede afectar un número en mi vida? Un número no puede decidir quién soy, mi camino en este lugar, ¿o si? Decido soportar la melancolía y no rendirme.
De camino a casa, el coche se queda tirado en mitad la autopista. No es un gran día. No parece real. Amigos que hablan con las estrellas, otros con ángeles, otros con ángeles y otros que me visitan en sueños...
Es hora de detenerme, de estar aquí, en soledad. Todo es un torbellino que gira a mi alrededor: sueños, números, viajes, dinero, música, amigos, mentiras, infidelidades, injurias... ¿Quién soy? ¿Cuáles de estas cosas son reales?
Sólo una certeza descansa en mi pensamiento: estoy en mi camino. Nos conocemos. Me conozco y lo conozco. me saldré de vez en cuando, atajaré en algunas ocasiones, pero permaneceré en él. ¿y tú, te conoces? ¿conoces tu camino? ¿A qué esperas para buscarlo, para encontrarte? El universo es un misterio insondable que espera ser descubierto, ¿te unes al juego?