
Tan difícil de ganar, tan fácil de perder.
Las gotas de lluvia, constantes, no cesan en su empeño
de borrar de mis poros el aroma de tu cuerpo.
Y no las dejo. El tiempo lucha por arrebatarme la fuerza
con la que un día susurré mis sentimientos.
Apaga mi discernimiento la niebla vespertina,
me dice que no lograré volver a entrar en tu vida.
Y yo sólo me dejo llevar, ansiando volver a recuperar
la ilusión que un día sentí a tu lado.
Y sola sigo, volando entre amaneceres silenciosos
que me llenan de paz y clarividencia.
Y sólo es cuestión de fuerza y persistencia.
1 comentario:
Dejarse llevar con el suave viento y vivir.
Un beso en tu alma
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