sábado, 13 de octubre de 2007

Confianza


Tan difícil de ganar, tan fácil de perder.
Las gotas de lluvia, constantes, no cesan en su empeño
de borrar de mis poros el aroma de tu cuerpo.
Y no las dejo. El tiempo lucha por arrebatarme la fuerza
con la que un día susurré mis sentimientos.
Apaga mi discernimiento la niebla vespertina,
me dice que no lograré volver a entrar en tu vida.
Y yo sólo me dejo llevar, ansiando volver a recuperar
la ilusión que un día sentí a tu lado.
Y sola sigo, volando entre amaneceres silenciosos
que me llenan de paz y clarividencia.
Y sólo es cuestión de fuerza y persistencia.

1 comentario:

carmen dijo...

Dejarse llevar con el suave viento y vivir.

Un beso en tu alma