miércoles, 17 de octubre de 2007

Abrazo


Y me abrazaste, y te abracé, y por un breve instante fuimos una sola cosa.
Tú olvidaste tu soledad y yo los motivos por los que debía estar alejada,
el efecto de la ginebra o la necesidad de afecto evaporaron esa sutil distancia
que se cernía sobre nosotros.
Y ya no sentí el frío, y no sentí el calor,
viví la paz a tu lado y el consuelo de saber que durante unos segundos
no estaba sola en el mundo, que tú estabas a mi lado.
Y me sentí feliz.

3 comentarios:

Luli dijo...

Un breve momento donde tuviste el universo agarrado de tus manos.

Que bello poema

Cariños

ellohir dijo...

Sentirse feliz por unos segundos mola. Pero creo que si fuéramos felices todo el rato, si viviéramos envueltos en abrazos, dejaría de tener gracia. La luz sólo existe gracias a la oscuridad; y aunque a nadie le guste la oscuridad, es necesaria para que valoremos la luz.

Prefiero una noche eterna con la luna apareciendo fugazmente entre las nubes a un eterno día con unos pocos jirones nublados.

MCN dijo...

En mi forma de escribir intento prescindir de los enlaces, le quitan dinamismo a mi modo de ver.
Tú, por otro lado, abusas de las y, tal vez te guste, no sé.
Podrías probar a leer la poesía sin los enlaces, a mí me gusta más así.
Pero cada cual...